Mientras que los otros pueden sentir resentimiento, los favoritos pueden experimentar el rechazo de sus hermanos y sobre - estrés por las expectativas de sus progenitores.
Al final, concluyó que el 65% de las madres y el 70% de los padres exhibían una clara preferencia por uno de sus hijos, normalmente el más mayor.
- Además el 85% de los hijos/as percibe favoritismo hacia uno de ellos/as.
Es normal que los padres sientan mayor afinidad por alguno de sus hijos/as pero deben de ocuparse en crear vínculos diferenciados de acuerdo a la personalidad de cada niño.
CÓMO EQUILIBRAR LA BALANZA
- Entendiendo que los hijos/as son diferentes a los padres e incluso pueden tener talentos e intereses completamente opuestos.
- Las normas del hogar deben de ser claras y exigir su cumplimiento a todos los hijos/as, matizándolas sólo de acuerdo con la edad de cada hijo/a.
- Evitando proyectar en los hijos/as los objetivos que los padres no alcanzamos en nuestra niñez.Eso implica No ver a los hijos/as como medio de realización personal.
- Si nuestros hijos/as se quejan por el favoritismo hacia un hermano/a, es un tema que tendremos que hablar con él/ella y proponer soluciones.
El favoritismo no necesariamente genera una reacción traumática en los niños, pero nosotros como psicólogos, aconsejamos tratar de crear vínculos especiales con cada hijo/a.
- La clave es que ninguno se sienta menos querido/a.
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